Medidas estructurales (¿Cómo construir?)

Una vez se conoce el peligro sísmico de un lugar y se asume el riesgo de construir en una zona sísmica (a veces es inevitable si toda una región está situada en zona sísmica), se pueden adoptar medidas para construir de manera sismorresistente. En algunos países, como Japón o Chile, el desarrollo de la construcción anti-sísmica es ejemplar, por lo que, incluso en casos de grandes aceleraciones (producidas por sismos de Mw 7 u 8), muy pocas edificaciones sufren desperfectos.

En España se aplican normas de construcción sismo-resistente estatales (como la NCSE-02, actualmente en proceso de revisión) y europeas (EC-8). Para construir edificios más resistentes al paso de las ondas, algunas medidas que se deben tomar son:

1) Mantener la uniformidad de la construcción. Cualquier cambio de material constructivo supondrá una discontinuidad que hará más fácil que se rompa la estructura.

2) Hacer estructuras lo más sencillas y flexibles posible, reforzando los forjados y edificando sobre buenos cimientos. Los sistemas de «anclajes flotantes» han dado buenos resultados. Algunos diseños sismorresistentes incorporan estructuras circulares, que evitan esquinas en las que se concentre la vibración, y también uniones no rígidas entre los elementos de la estructura.

3) Conocer bien la resonancia del suelo, que viene dada por la aceleración del terreno que puede afectarlo, y construir el edificio con una determinada altura para que tenga una misma resonancia. Este aspecto es muy curioso y se ha observado en algunos sismos en los que todos los edificios de cinco plantas sufrían sistemáticamente daños, mientras que los de cuatro plantas quedaban intactos. Cuando se construye sobre roca dura, una forma de evitar que se amplifique la onda cuando pasa del suelo al edificio es construir con ladrillos elaborados con esta misma roca.

4) Dejar un espacio de seguridad entre un edificio y el siguiente, especialmente si no están construidos con la misma distribución de plantas.

5) Evitar que haya una reducción de los pilares en los pisos más altos, ya que, aunque aguantan menos peso, también sufren una mayor concentración de ondas sísmicas.

6) Evitar diferencias de altura entre los pilares de una misma planta. El sistema de ir aumentando la altura de un pilar para poder construir sobre un terreno en pendiente se aplica mucho en poblaciones asentadas en laderas. Esta disposición ocasionó grandes daños en edificaciones durante el sismo de Lorca del año 2010.

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